Los amores «satánicos» de Salman Rushdie

Tras su millonario divorcio, el escritor se rodea de modelos y actrices con ansias de fama

La última conquista de Rushdie es la actriz Olivia Wilde, de la serie «House», con quien acudió en Washington a una cena de corresponsales

Ser uno de los referentes literarios del momento, aupado a los altares mediáticos tras la condena a muerte con la que el ayatolah Jomeini le persiguió por la publicación de sus «Versos satánicos», no ha impedido a Salman Rushdie llevar una vida amorosa fructífera.

Su fama de gigoló, consumada entre fiestas de la jet-set en el corazón de Londres (donde vive) y conquistas televisivas, le ha traido sin embargo más de un quebradero de cabeza. Su última pareja, la modelo India Padma Lakshmi, de 36 años (24 más joven que él), decidió poner hace unos meses punto y final a su matrimonio alegando un «cansancio continuo de una relación estancada». De hecho, la petición de divorcio le sobrevino a Rushdie sólo tres semanas después de haber recibido el título de «Sir» por su contribución a la literatura.
Pero este nuevo revés matrimonial (el cuarto que sufre) afectó a su autoestima. Tras salir del letargo, Rushdie volvió a frecuentar los salones neoyorquinos y las fiestas de la clase alta londinense. En una ocasión llegó a escribir una columna en la revista «Esquire» donde se quejaba de las críticas recibidas por acudir a estos «divertimentos». «Como si el placer tuviera algo de malo. Como si los escritores que ocasionalmente lo pasan bien fueran sospechosos», afirmó. Pero si algo ha demostrado este novelista perseguido ha sido saber ahogar sus penas sin pasar por el purgatorio del sufrimiento. No en vano, Padma era su cuarta esposa. Antes contrajo matrimonio con Clarissa Luard, con quien tuvo un hijo. Esta relación fracasó al poco tiempo, cuando Rushdie conoció a quien sería su segunda esposa, Mariane Wiggins, una relación efímera saldada con una cifra de seis dígitos y un divorcio express.

Pluma ácida
Curiosamente, a los pocos meses Rushdie la escribió lamentándose de que el Gobierno británico le hubiera declarado en bancarrota. Su pluma ácida se tomaba su particular venganza. Sin embargo, su corazón curioso siguió dejándose conquistar y así sucumbió en 1990 a los encantos de Elizabeth West, su penúltima mujer, con la que tuvo su segundo varón.
De su última separación no se han conocido cifras, pero no parece que entre en la lista de los divorcios más millonarios de la historia. A pesar de estos reveses amorosos, Rusdhie no se da por vencido y recientemente se le ha visto acompañado de bellas jóvenes, como la atleta paralímpica Aimee Mullins o la actriz Olivia Wilde, conocida por su papel de doctora «número 13» en la célebre serie «House». Es el tipo de vida favorito de este «bon-vivant» de 70 años que defendió una vez a Scott Fitgerald «por escribir la mejor novela norteamericana. Y no lo hizo emborrachándose en las fiestas, sino porque era un genio». Rushdie encontró entonces en él a su verdadero modelo.

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